sábado, 28 de agosto de 2010

Parque de la costa

El Parque de la Costa es un parque de atracciones ubicado en la ciudad de Tigre, provincia de Buenos Aires, Argentina. Es uno de los más importantes de la Argentina y de América del sur. Está ubicado sobre un predio de 14 hectareas que se encuentra entre los ríos Luján y Tigre.
El parque en general se compone de un gran segmento donde se ubican todas las atracciones pero de forma más interior, encontramos pequeños pabellones. El parque está dotado de tres montañas rusas de acero y una de agua. En el centro del parque se encuentra un espejo de Agua donde se lleva a cabo el show de Aguas Danzantes , a un costado, se encuentra la terminal de los catamaranes, que brinda paseos por el Delta



Historia

El parque fue inaugurado en 1997, como una nueva alternativa turística en Tigre, relativamente cerca de la Ciudad de Buenos Aires. Abrió inicialmente con una montaña rusa pequeña llamada "Tronador" (Pinfari Loop Zyklon), y varias atracciones, entre ellas La Vuelta al Mundo ,la montaña rusa acuatica "El Dragon" y un gran anfiteatro.
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editar] Periodo de grandes cambios 1998-2000
A comienzos de 1998, es desmontada la montaña rusa "Tronador" y se inaugura la primera gran montaña rusa del Parque "Boomerang" una de las montañas rusas mas vistas a nivel mundial, posee mas de 45 clones en todo el mundo. A mediados de ese mismo año, se hacen nuevas incorporaciones; El Pulpo, las Sillas Voladoras y la joya tematica del parque, la montaña rusa familiar "El Vigia" construida en torno a lagos, montañas y cascadas.
Para finales de 1998 comienzan a llegar desde Holanda, las piezas de lo que seria la primera montaña rusa invertida de America Latina. "El Desafio" que se inaugura en julio de 1999.
Para el año 2000 se esperaba la inauguracion de dos nuevas atracciones "VertigoXtremo" (Sky Coaster) y una nueva atraccion acuatica denominada y anunciada en los mapas de 1999 como los "Rapidos del Delta".
Pese a algunas demoras, el VertigoXtremo es inaugurado finalmente en 2001, en cambio, la prometedora atraccion acuatica, "Rapidos del Delta" nunca fue construida, se cree, debido a la crisis del año 2001. A raiz de esto, la original montaña rusa de agua denominada hasta aquel entonces "El Dragon" sufre algunos cambios para palear la cancelacion del otro proyecto; Se le retira toda su decoracion original, que consistia basicamente en tuneles metalicos que cubrian gran parte del recorrido. Fue pintada y rebautizada "Saltos del Delta" (nombre muy similar al que tendria la nueva atraccion que nunca se construyó).
[
editar] Últimos cambios
Entre 2003 y 2006, se llevaron a cabo varias alteraciones. Inicialmente, se cerro al publico el teatro donde se llevaba a cabo la obra "Cara de Barro y la llave del río", en el sitio donde se encontraba el acceso al teatro, se construyó una gran estructura que simula a una montaña y se la llamó "Aconcagua", la cual se compone de algunos puentes, túneles y escaladores. El Teatro quedo inaccesible al publico y si bien se encuentra todavia en pie, se desconoce que utlidad le da el parque.
En 2003, todo el complejo de Simuladores IMAX y teatros que rodeaban el área de la fuente es cerrado al publico, un año mas tarde toda el area es unificada y llamada "El reino del río". Un tiempo despues, en el espacio restante, se inaugura "La comarca de los sueños" un espacio con juegos no mecanicos dedicados a los niños.
Hacia finales de 2005, se anula el acceso al Anfiteatro Musical, que en el pasado habia sido utilizado por los programas televisivos "Verebó TV" y "La Movida del Verano con Mateyko". Quedando toda el area en cuestion sin actividad. A finales del 2006, en la parte trasera del anfiteatro, se inicia la construccion del area EL LEJANO OESTE, donde se instalan unos decorados tipo lejano oeste, un toro mecanico y se traslada la atraccion "Expedicion Arcoiris" donde, luego de una retematizacion, se la renombra "La carreta desbocada".
El Espectaculo Buenos Aires 2067 que habia cesado sus actividades unos años antes, es demolido casi en su totalidad, quedando unicamente el espejo de agua, que poco tiempo despues, sirvio para la nueva atraccion "Botes Chocadores", compuesta por 20 botes a motor.
Finalmente, rodeando VértigoXtremo, se construyó "Karting Monza" que se compone de una pista oval de
karting y varios vehículos.
Durante 2007 se habia anunciado en los mapas y en el sitio web la construccion de Ecoparque, un zoológico que se encontraría cruzando el río Luján. Misteriosamente, un año mas tarde, los anuncios desaparecieron de los mapas y al dia de la fecha no hay indicios de ninguna construccion.
En el año 2009, los botes chocadores cambiaron de nombre a "botes en el Nilo", dentro del "Reino del río" se inauguró "La maldición de Anubis" que es una especie de laberinto terrorifico que se recorre a pie.
A pricipios de julio del 2009 se construyó "Eduparque" una atracción en la que podrás ver las principales leyes de la física aplicadas en el parque. Tambien se instaló "Stargate" una atraccion compuesta por varios anillos que simulan la experiencia de un astronauta en estado de ingravidez.
En Semana Santa de 2010, inició la construcción de "Torbellino" que se trata de una montaña rusa del tipo Spinning Wild mouse, la misma cuenta con vehiculos individuales giratorios
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Finalmente es inaugurada a principios de julio.
Atracciones :
Montaña rusa acuatica "Saltos del Delta" (ex "El Dragon")
Montaña rusa "Boomerang"
De tipo Lanzadera que tiene una altura de 37,5 metros y alcanza una velocidad cercana a los 75 km/h. Posee 3 inversiones; un Cobra Roll y un Loop. Construida por la empresa Holandesa Vekoma.
Montaña rusa "El Desafío"
De tipo Invertida que llega a una altura cercana a los 36 metros alcanzando una velocidad aproximada de 80 km/h siendo la primera en su tipo en Argentina y Latinoamerica. Posee 5 inversiones; Roll Over, Sidewinder y dos Flat Spins. Esta montaña rusa fue construida por la empresa Vekoma.
Montaña Rusa "El Vigia"
La primera montaña rusa familiar del parque altamente tematizada con montañas, cascadas y lagos. Construida por la empresa Zierer GmbH.
Montaña Rusa "Torbellino" (Novedad 2010)
Montaña rusa tipo Spinnging Wild Mouse (Carros individuales giratorios) fué inagurada el 4 de Julio del 2010.
Desorbitados
Autos Chocadores
Botes en el Nilo
Eduparque
El Pulpo
Botes del Pantano
Baile de las Tazas
Colectivo Loco
Vértigo Xtremo
Aconcagua (Palestra para escalar)
Súper Inflable
Sillas voladoras
Star Gate
Vuelta al Mundo (noria)
Comarca de los Sueños
Reino del Río
Video Juegos
Orcas Voladoras
El Faro
Una torre de 35 m de altura que proporciona un mirador, que da una mirada panorámica del Delta y el parque en general
Caminata Espacial
Salón de los espejos
Un salón con muchos espejos para divertirse en familia
Laberinto Encantado
Un laberinto con efectos de luces violetas y paredes blanco y negro en el que debes encontrar la salida.
Carrousel
Tour de las Naciones
Ofrece varios tests para los visitantes, aunque ya no se ofrecen premios al exterior como en el pasado.
Chiquitren
El Infierno (tunel del terror)
Un camino de aproximadamente 10 minutos en el que las personas son sometidas a encontrarse repentinamente con "monstruos".
Catamarán
Paseo por el delta del río
Laser-Shots
El conocido formato de juegos mundialmente popular.
Fuente de Aguas Danzantes
Barco Pirata (Not ed: Capitán Piraña)
Samba "Marte a Gogó"
Baron Rojo


Más lugares de palermo



Jardín Japonés

Este jardín tan particular fue construido en Palermo en el año 1967, en calidad de agasajo para los Príncipes Herederos Akihito y Michiko, que visitaron en esa oportunidad nuestros país.Su diseño busca la armonía; todos los elementos apuntan a lograr el equilibrio de todo aquel que tiene la dicha de poder pasar un momento en este lugar.
Algo muy característico es la existencia de numerosos puentes, que encierran una intensa simbología, por ejemplo hay uno muy especial llamado Puente de Dios que resulta de intrincado tránsito. Encontramos aquí importantes ejemplares de típicos árboles y plantas japoneses como Sakura, Acer Palmatun y numerosas variedades de azaleas.En el estanque hay gran variedad de peces, entre los que debemos destacar los koi que tienen diferentes colores, y en Argentina son conocidos como carpas.
Un magnífico restaurante espera a todos aquellos que quieran deleitarse con platos típicos, en el más hermoso de los paisajes.




Jardín Botánico

Este jardín ocupa alrededor de 8 manzanas, en una especie de barranca del terreno, lo que permite jugar con el paisaje. En la época de las invasiones inglesas este lugar era el depósito de pólvora de la familia Cueli; y cuenta la historia que fueron capturados y tomados como rehenes por los ingleses en este lugar.
Fue inaugurado en el año 1898 y su diseño se debe al paisajista Carlos Thays, que siendo Director General de Paseos se dedicó a embellecer los espacios verdes de Buenos Aires.
Hay una especie de castillo de color rojo oscuro que contiene la dirección del paseo.Su interior está dividido por continentes, habiendo dedicado sectores a Asia, África, Sudamérica, América del Norte y Europa. En cada uno de ellos se pueden encontrar ejemplares propios de la flora con la indicación de su nombre científico.
Existe un ejemplar arbóreo de más de 2500 años de edad, se trata de un gino vilo boa que fue traído desde China, donde es considerado como un árbol sagrado; utilizado por los emperadores para meditar.Algunas plantas exóticas, propias de climas cálidos son conservadas en enormes invernaderos donde se trata de preservarlas.


Jardín Zoológico
Este zoo de Buenos Aires se localiza frente a la Plaza Italia, muy cercano a los bosques de Palermo.Su historia comienza hace cien años cuando se construyeron edificios egipcios, hindúes, griegos; de acuerdo a la procedencia de los animales que iban a albergar.
Estas construcciones se conservan hoy en día y son considerados como Monumentos Históricos. Ocupa un predio de 18 hectáreas, presentando una importante cantidad de especies de mamíferos, reptiles y aves.A los ambientes tradicionales se han agregado otros, como la huerta infantil; un recinto especial para los osos blancos; el serpentario y un lugar para los orangutanes.
La entrada se hace por un Pórtico que nos permite el acceso y observación del lago Darwin donde se visualizan grupos de cisnes, flamencos y otras aves. En una pequeña isla dentro del lago se encuentra un pórtico original traído desde Trieste.

Lugares de palermo

Bosques de Palermo
Lleva el nombre de Parque 3 de Febrero, creado por Sarmiento en el año 1874 con la idea de establecer un espacio que pudiera contener la flora y la fauna de los rincones más distantes de la República Argentina. Fueron los arquitectos alemanes Methfessel y Burmenl los encargados de la paisajística del lugar.
Se generó un lago artificial con la finalidad de incorporar paseos en bote, y albergar especies de aves propias de nuestro país.Son típicos los paseos en carruajes llamados “mateos”, tirados por caballos, que realizan este circuito bellísimo de la Argentina.El actual parque debe su fisonomía al arquitecto Carlos Thays quien le dio un toque netamente europeo. Hay confiterías y restaurantes en esta zona que además contiene un circuito pedestre y numerosas bicisendas para poder recorrerlo.




El Rosedal
Es uno de los sectores más visitados del Parque 3 de Febrero. Está protegido por una reja de hierro forjado, tiene acceso al lago y en su interior podemos visitar El Patio Andaluz que fue un regalo del gobierno de Sevilla y que recrea una situación propia de esta ciudad española; se puede admirar una soberbia Rosaleda, con más de 12000 ejemplares de rosas, y que constituye el corazón mismo del parque. Se puede acceder a un puente de madera que cruza el lago, todo en un marco de suma belleza paisajística.





Planetario Galileo Galilei
El edificio tiene una forma extravagante, semejante a una nave espacial, que resalta por la originalidad en el Parque 3 de Febrero. Fue inaugurado en el año 1966. Posee una importante sala de proyecciones, donde se pueden observar estados particulares del cielo de nuestro país y de otros lugares del planeta; tiene una capacidad para 360 personas, cuenta con butacas reclinables y adaptadas al tipo de observación que allí se realiza.
Exhibe dos meteoritos que fueron traídos desde Campo del Cielo, y que tienen menor dimensión que el que se presenta en el Museo de Ciencias Naturales. Interesante consultar horarios y visitas guiadas con proyecciones. En el mismo edificio hay una completa biblioteca de Astronomía y un museo que en este momento está cerrado por reparaciones.

Palermo

Palermo

Un poco de historia...
El destino de este barrio porteño comenzó a gestarse con la llegada de los españoles, ya que en 1590 todos los terrenos de esta zona fueron comprados por un siciliano llamado Juan Domingo Palermo que los convirtió en una inmensa chacra donde cultivó vides y frutales.
Juan Manuel de Rosas adquirió los terrenos en 1832, para construir su residencia, en lo que actualmente representan las Avenidas del Libertador y Sarmiento. Al ser vencido en la batalla de Caseros, la propiedad pasó a su oponente político el General Urquiza quien dedicó el edificio a una Escuela de Artes, el Colegio Militar y la Escuela Naval.Toda esta zona era bastante inhóspita y ubicada en las afueras de la ciudad, muchos terrenos eran anegadizos y usualmente transgredidos por las aguas del Río de la Plata.
Muchas de las familias más adineradas se refugiaron en esta zona por estar libre de fiebre amarilla y allí construyeron sus nuevas viviendas.Fue el presidente Sarmiento quien creó en este lugar el Parque 3 de Febrero, considerado como uno de los “pulmones verdes” de la ciudad. Poco tiempo después se crearon el Jardín Zoológico y la Sociedad Rural Argentina.
Los Diferentes Palermo
Para que podamos comenzar a disfrutar de Palermo es necesario hacer un STOP y notar una característica que hace de este Barrio un lugar interesante, atractivo y con muchos sectores por visitar.
En Palermo podemos encontrar un rincón para cada persona, un negocio para cada necesidad y una zona para cada hora del día... a Palermo lo comenzó a construir la historia de nuestro país y le da forma el gusto de quienes lo recorren a diario.
Es por esto que podremos distinguir en el Barrio más grande de la Capital Federal diferentes nombres para cada zona, teniento en cuenta las características de cada una:
Palermo Vivo
Palermo Chico
Palermo Norte
Palermo Nuevo
Las Cañitas
La Imprenta
Palermo Hollywood
Palermo Medio
Palermo Soho
Palermo Viejo
Palermo Freud
Palermo Sensible


PALERMO VIVO





Referencias

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1- Aeroparque Jorge Newbery

2- Campo Municipal de Golf

3- AySA (ex Aguas Argentinas)

4- Club Gimnasia y Esgrima

5- Club Alemán de Equitación

6- Hipódromo Argentino

7- Campo Argentino de Polo

8- Campo Hípico Militar

9- Regimiento 1 y 2 de Infantería

10- Plaza Italia

11- Jardín Botánico

12- Jardín Zoológico

13- Parque 3 de Febrero

14- Jardín Japonés

15- Parque Jorge Newbery

16- Planetario

17- Rosedal de Palermo

18- Club de Pescadores

Estilo de la Catedral



Estilo de la Catedral

Lateral sobre la calle San Martín
Una de las cosas que sorprende a quien visita la Iglesia Catedral es la diversidad de estilos que es posible observar en su interior. No olvidemos que su construcción (la de la actual) fue iniciada en el Siglo XVIII y recién pudo ser concluida a principios del Siglo XX, pasando por muy diferentes manos, de arquitectos y constructores, quienes, según la oportunidad o momento, fueron cambiando o agregando algo, desde elementos un tanto barrocos, hasta su estilo fundamentalmente románico. Es uno de los templos que impresionan por su volumen y grandiosidad: recordemos que su nave central está próxima a los cien metros de largo; su piso, de especial belleza de mosaicos diminutos, tiene una superficie que se aproxima a los tres mil metros cuadrados.
Es uno de los pocos edificios catedralicios de la Argentina que posee una nártex. Este consiste en un pórtico de entrada, cerrado, con lo que podríamos "llamar doble pórtico", como si fuera un gran vestíbulo, anexo a las naves de templo. Se lo ve separado, antes de ingresar a las naves propiamente dichas, por sendas puertas que coinciden en posición, estilo y volumen con las que, en frente, comunican con el exterior. En los primeros siglos de la Iglesia este lugar, el nártex, se reservaba para los catecúmenos, quienes seguían desde allí las ceremonias y predicación, pero al iniciarse el Ofertorio de la Santa Misa, se retiraban, por no encontrarse autorizados a permanecer durante la liturgia eucarística.
Contra lo que muchos piensan, por último, la Catedral no es de tres naves, sino que tiene cinco. La principal, cubierta de una bóveda de cañón corrido y un crucero cubierto por una cúpula que, sobre un tambor circular, alcanza los 41 metros de altura.
[editar] Interior

Mausoleo del General San Martín en el interior de la Catedral.
Desde la nave lateral derecha se accede al mausoleo que guarda los restos del General San Martín, ubicado en su cuarta casilla, que está allí desde 1880, y que fue obra del escultor francés Carrier Belleuse (inspirado en el eclecticismo francés, que imperaba en Europa en ese momento).
En el interior, la cúpula, el presbiterio, los brazos del transepto y la nave central, fueron decorados por el italiano Francesco Paolo Parisi con unos frescos renacentistas, pero se perdieron a causa de la humedad.
En la capilla San Martín de Tours (ubicada en el ala izquierda) está el monumento al Arzobispo León Federico Aneiros, una obra del escultor Víctor de Pol, que es un mausoleo en mármol de Carrara y piedra, con la figura del prelado arrodillado en su centro. Las catorce pinturas del Vía Crucis son obra de Francesco Domenighini, otro italiano, y originalmente se encontraban en la Iglesia del Pilar.
El piso fue diseñado en 1907, por el también italiano Carlo Morra, y fabricado en Inglaterra en mosaico veneciano.
El 17 de agosto de 1947 se descubrió sobre la derecha del frente una lámpara votiva con una leyenda que dice "Aquí descansan los restos del Capitán General Don José de San Martín y del soldado desconocido de la Independencia. ¡Salúdalo!"
El altar mayor (dorado y de grandes proporciones) se impone en el medio como el punto más destacado del centro, y sus formas sinuosas y espiralazas, junto a su ornamentación en base a flores y rocalia (piedra), delatan su estilo Churrigueresco.
En el brazo izquierdo hay un altar con una imagen llamada “Santo Cristo de Buenos Aires” (una escultura de madera de algarrobo policromada que representa al Cristo crucificado antes de su muerte, en tamaño natural). Al final de la nave izquierda se llega a un altar dedicado a la Virgen de los Dolores (una de las primeras traídas al país).
Otra imagen más moderna es la del Cristo del Gran Amor (Luis Álvarez Duarte, 1981), con la que todos los años, el viernes santo, se celebra un vía crucis.

La catedral actual






La Catedral Actual

Acuarela de la Catedral hacia 1817.
Parecía que la quinta catedral iba a ser la definitiva pero por desgracia no fue así. Porque a las 9 de la noche del 23 de mayo de 1752 se derrumbó una parte de la catedral y entre las seis y la siete de la mañana del día siguiente se desplomaron, según informe del gobernador José de Andonaegui "las tres bóvedas de iguales naves". Y el obispo, don Cayetano Marcellano y Agramont informaba al rey que fue preciso "derribarla enteramente por la poca firmeza de las paredes que han quedado y empezar su fábrica desde los cimientos con más solidez y extensión que los de la antigua, que por su cortedad no parecía catedral".
Transcurridos tres años, sin contar con la autorización real y sin haber enviado los planos para su autorización, y con el total apoyo del Cabildo Eclesiástico, empezó el obispo a levantar la nueva catedral, la actual, según los planos de un arquitecto nombrado Antonio Masella, de origen saboyano. El célebre vasco y hombre de empresa Domingo de Basavilbaso, hombre de confianza del obispo y bienquisto de la ciudad, en 1754 se hizo cargo de la tesorería y dirección de la obra del nuevo templo. La nueva catedral, según el plano de Masella, sería de cruz latina, con tres naves y seis capillas laterales a ambas.

La Catedral hacia 1829, por Carlos Pellegrini
La catedral se fue edificando con los bienes de la Iglesia y con la cooperación económica del pueblo. Las obras, de a poco, se iban realizando, tanto que en 1758 se pudo inaugurar la llamada nave de San Pedro, la que se halla a la derecha de la puerta de entrada, y también el nuevo bautisterio. Pero, aunque un poco tardía, la ayuda real empezó a llegar en 1760.
Don Cayetano Marcellano y Agramont, que tanto había hecho por la nueva catedral en 1759, tuvo que dejar el gobierno de esta diócesis por haber sido trasladado a la sede arzobispal de Charcas. Su sucesor, el porteño José Antonio Basurco (1760-61) ocupó sólo un año la sede bonaerense, pero hizo también su obra contribuyendo a la prolongación del templo al donar el terreno de una casa, contigua a la iglesia, que pertenencia de su hermana, doña María Josefa Basurco, tasado en 7.500 pesos, que pagó de su peculio personal.
Una dificultad sobrevino en 1770, en que al detectarse grietas en la media naranja o cúpula, fue necesario proceder a su demolición. Al cabo de siete años las obras tuvieron que suspenderse porque también se había suspendido la ayuda estipulada en 6.000 pesos. En 1778 fue demolido el pórtico porque no concordaba con las proporciones del edificio de la catedral; también fueron demolidas las torres por no estar de acuerdo con el estilo del templo.
Fue el penúltimo obispo de Buenos Aires, don Manuel Azamor y Ramírez, quien puso cima a las obras del templo catedralicio en lo que se refiere a lo principal de él y lo inauguró el 25 de marzo de 1791, treinta y ocho años después de iniciada su reconstrucción en 1753. La catedral fue consagrada en 1804 por el último obispo de la era hispánica don Benito de Lué y Riega, quien se empeñó en agregarle lo que aún le faltaba: el frontis y las torres. Las obras se comenzaron en 1804, pero en 1807 hubieron de suspenderse por falta de numerario.

En este daguerrotipo de 1854 se aprecia la catedral aún sin friso.
Pasados los años, independizado ya el país de España, el gobierno de Martín Rodríguez en la persona de su ministro Bernardino Rivadavia puso un gran interés en la conclusión de las obras de la catedral. Al respecto, se sabe con certeza que las del frontis se comenzaron el mes de enero de 1822. En este punto hay que salir al paso de un error que ha tomado cuerpo. Se dice que el encargado de terminar, el francés Próspero Catelin, al levantar la columnata del frontis se inspiró en la Iglesia de la Madeleine de París. Pero si confrontamos una y otra, constatamos en seguida que en realidad no fue así. En primer lugar, la Madeleine tiene ocho columnas y la catedral de Buenos Aires doce. En segundo término, las obras de la Madeleine se concluyeron el año 1842 y por tanto no podía tomarse como modelo lo que aún estaba por concluir en 1822. Según el arquitecto Buschiazzo más bien parece que Catelin "se hubiese inspirado en el Palais Bourbon, cuya fachada tiene también doce columnas y que acababa de ser terminado por el arquitecto Poyat en 1807". Las doce columnas, número con el que quiso representar a los doce apóstoles, se concluyeron en 1823, aunque sin capiteles y sin las esculturas del tímpano. Las columnas se revocaron tardíamente, en 1862, y ese mismo año, el escultor francés Dubordieu realizó esculturas del tímpano en que representa al encuentro de José y sus hermanos, alusión al encuentro de los argentinos después de la batalla de Pavón en 1861. Las columnas son de orden corintio.

La Curia Eclesiástica, a la derecha de la Catedral (ca. 1920)
En 1856, el Gobierno de Buenos Aires dictó una ley para la construcción de la demorada Curia Eclesiástica. Fue proyectada por Pedro Fossati en estilo italianizante y se edificó en el terreno lindante hacia el este, dejando el espacio del camposanto de por medio. Contaba con planta baja y dos pisos y su interior estaba organizado alrededor de un patio central. Fue concluido por el ingeniero Charles Pellegrini, y habilitado en 1862. La Curia fue incendiada el 16 de junio de 1955 por militantes peronistas, como represalia por el bombardeo a la Plaza de Mayo que había ocurrido ese mismo día en un intento de Golpe de Estado, asesinando a cientos de civiles.
Por último, no hay que olvidar que la catedral fue declarada monumento histórico el 21 de mayo de 1942. En 1994, comenzó una intensiva obra de restauración y puesta en valor del templo dirigida por el arquitecto Norberto Silva. La finalización de los trabajos fue celebrada el 13 de octubre de 1999 con una misa brindada por el arzobispo Jorge Bergoglio, a la cual asistió entre otros el presidente Carlos Menem.[1]

Origenes la Catedral

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Orígenes De la Catedral de Buenos Aires
Cuando Juan de Garay vino desde Asuncion a fundar la ciudad de la Trinidad, acto que tuvo lugar el 11 de junio de 1580, destinó para la iglesia mayor o catedral el mismo cuarto de manzana que ocupa hoy en día. En el acta de fundación se lee: "hago y fundo en el asiento una ciudad la cual pueblo con los soldados y gente que al presente he traído para ello, la iglesia de la cual pongo por advocación de la Santísima Trinidad, la cual sea y ha de ser iglesia mayor parroquial". En lo que atañe a la jurisdicción eclesiástica, la nueva ciudad dependía de la diócesis del Río de la Plata, creada por Paulo III el 1º de julio de 1547 con sede en Asunción.
La iglesia parroquial era una modesta construcción con tapias de adobe y madera, que en 1605 el gobernador Hernandarias mandó demoler por muy vieja e indecente. Ignoramos qué proporciones tendría la que se levantó en su lugar con madera traída expresamente del Paraguay. Años más tarde, en 1616, su techumbre amenazaba desplomarse y la parroquia tuvo que pasar a la iglesia de San Francisco.Y mientras se hacían proyectos para reformarla, solicitando para ello la contribución pecuniaria de los fieles, la iglesia acabó de derrumbarse porque estaba mal edificada y con madera podrida de sauce. Ni el Cabildo, Justicia y Regimiento de la ciudad perdieron el ánimo y enseguida fletaron una embarcación al Paraguay para adquirir y traer la madera necesaria para la reedificación del templo. Las obras se iniciaron en enero de 1618. Según el presupuesto de Pascual Ramírez que las llevaría a cabo, su costo sería de 1.100 pesos. Sobre la recaudación del dinero carecemos de información exacta, pero sí sabemos que a finales de aquel mismo año la obra del templo estaba concluida. Pero se ofrecía una dificultad: éste resultaba más pequeño que el anterior, tanto que en 1621 ya se hablaba de construir otro destinado a catedral.
Entre tanto, en Madrid y en Roma se llevaban a cabo los trámites para la creación de la diócesis de Buenos Aires. La bula de erección canónica por Su Santidad Paulo V está fechada el 30 de marzo de 1620 y su ejecución tuvo lugar el 19 de enero de 1621 por su primer obispo el carmelita Fray Pedro de Carranza, lo cual quiere decir que en esa fecha tomó posesión de la diócesis. El obispo señaló como catedral la única iglesia de clérigos que había en la ciudad. Y en su carta de 4 de mayo de ese mismo año escribía al rey: "está tan indecente (la catedral) que en España hay lugares en los campos de pastores y ganados más acomodados y limpios; no hay sacristía, sino una tan vieja, corta e indecente, de cañas, lloviéndose toda con suma pobreza de ornamentos". Y más adelante: "El Santísimo Sacramento está en una caja de madera tosca y mal parada". "Y en cuanto toca al edificio, es forzoso el entablarla y acomodarla, so pena de que dará toda en tierra y nos iremos a una Iglesia de un convento a hacer catedral". Esta fue, pues, la que podemos denominar la primera catedral.
Cuando el tercer obispo de Buenos Aires, Fray Cristóbal de la Mancha y Velazco llegó a su sede el 6 de octubre de 1641, halló a la catedral, si no en estado ruinoso, por lo menos muy deteriorado. Así que concibió de inmediato la idea de levantar una nueva catedral y se lo comunicó al rey el 19 de noviembre de 1662. Según el plano que le adjuntó, el templo iba a tener tres naves; para su construcción se necesitarían 5.000 pesos, suma que solicitaba del real tesoro. En la persona del excelente gobernador don José Martínez de Salazar halló el obispo quien colaboraría en la construcción del templo no sólo con su influencia, sino hasta con dinero de su propio peculio. En 1671 la catedral estaba terminada: constaba de tres naves, su techo de madera y una torre; era de proporciones regulares.
Pero he aquí que una obra con tantas apariencias de solidez, al cabo de siete años, por causa de la calidad inferior de algunos materiales usados en su construcción, empezó a dar muestra de su ruina inevitable: esta es la segunda catedral.
El año 1678, el nuevo prelado, Antonio de Azcona Imberto se dirigió al rey haciéndole presente la urgencia en la reparación de la catedral, y solicitando la suma de 12.000 pesos. Su majestad acudió a la demanda, de tal manera que en octubre de 1680 se dio comienzo a las obras.Pero aquí surgieron otras dificultades, porque el techo se desplomó, se destruyó a consecuencia de ello el retablo del altar mayor y se impuso la demolición de la torre por la gravedad de su deterioro.
Su reconstrucción marchó muy lentamente, sobre todo por razones de orden económico. A pesar de ello, en 1690 la iglesia con sus tres naves estaba cubierta, aunque todavía faltaba adecentar su interior y por la parte de fuera sus capillas, la sacristía y había que elevar la torre que hasta entonces sólo contaba del primer cuerpo. Para hacer frente a todos los gastos se echó mano de todos los medios disponibles: la real hacienda, el obispo con sus rentas y alhajas, el vecindario con sus limosnas. La obra siguió adelante, pero por las sólitas dificultades económicas, al fallecer el obispo en el año 1700 aún no estaba concluida. Esta fue la tercera catedral.
Su sucesor fue el trinitario fray Pedro Fajardo, apostólico y santo prelado, que como es de suponer puso todo su empeño en la conclusión de las obras de la catedral. En carta de 20 de agosto de 1721 comunicaba el obispo al rey que ya se había dado cima a una de las torres y estaba interesado en levantar la segunda.
Pero al año siguiente -1722- la techumbre del templo se iba deteriorando de tal modo, que se temía su derrumbamiento. Enfermo y en cama, el obispo pidió al Cabildo Eclesiástico que se hiciese cargo de la obra. Ya se supone que la primera dificultad que se presentó fue la carencia de recursos económicos. El Cabildo, en tal coyuntura, dirigió un exhorto a los miembros del Ayuntamiento a quien competía, también, poner manos en ese asunto. Pero por un motivo u otro –algunos verdaderamente fútiles- se pasaron dos años sin que se hubiera adelantado nada. Entonces es cuando surge la figura del arcediano Marcos Rodríguez de Figueroa y con él las cosas entraron por la vía recta. A su actividad y celo por la causa de Dios se debe la terminación de la obra de la catedral. Para ese efecto, la real hacienda puso 1.800 pesos y él 3.000 de sus propios haberes; el arcediano consiguió 1.500 del vecindario e hizo un empréstito de 2.500 y 1.000 provinieron del cabildo secular. Se terminó el trabajo de las torres, el arreglo de las naves y el del pórtico; además, en 1725, un tal Tomás Trupp, hizo una donación de 5.000 pesos para las campanas. Esta fue la cuarta catedral.
Al morir Fray José de Peralta, se reunió el Cabildo y eligió vicario capitular al Dr. Bernardino Verdún de Villaysán, una de cuyas principales ocupaciones –y las del Cabildo- fue el mejoramiento de la catedral. Como primera providencia, tanto el vicario capitular como el Cabildo, hicieron traer de Potosí 400 libras de oro y los elementos necesarios para hacer dorar el retablo; luego se ocuparon de blanquear la sacristía mayor, los pilares del cañón principal, de todas sus capillas y del bautisterio. Además de ello, el Cabildo se ocupó en hacer alargar el presbiterio, ensanchar la mesa del altar mayor, cuyo retablo compuso en sus dos caras: tampoco olvidaron los señores canónigos la sala capitular y el archivo, que se preocuparon de ordenar y componer según las normas de la época de tal manera que no sufrieran deterioro los documentos y papeles que en él se habían de guardar. El Cabildo tuvo que sufragar los gastos que traían consigo estos arreglos y adecentamientos. Un vecino de la ciudad, nombrado Agustín de García, donó 500 pesos para el dorado y pintura al óleo del coro principal. Esta fue la quinta catedral.
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Puerto de Buenos Aires



El puerto de Buenos Aires es el principal puerto de la Argentina, operado por la Administración General de Puertos Sociedad del Estado. Es uno de los principales puertos marítimos para las cargas procedentes del interior del país.
El puerto actual se construyó a partir de finales del siglo XIX (Puerto Madero y Dock Sud), y se amplió durante la primera mitad del XX (Puerto Nuevo). Hoy mueve unas 8.710.000 toneladas anuales de carga, aunque el tráfico de pasajeros —fundamental durante la época de oro de la inmigración en Argentina— ha desaparecido casi por completo, con excepción de las líneas de corto recorrido hacia las ciudades uruguayas de Colonia del Sacramento y Montevideo.
[editar] Historia
Antes de construirse la actual infraestructura, Buenos Aires contaba sólo con un fondeadero o embarcadero de poca profundidad frente al llamado bajo, un terreno anegadizo y de difícil tránsito ubicado entre la barranca sobre la cual se levantaba la ciudad y la costa, a partir aproximadamente de la línea demarcada hoy por las avenidas Leandro N. Alem y Paseo Colón. Los barcos mercantes fondeaban a varias millas de distancia de la costa, desde donde carga y pasajeros transbordaban a embarcaciones de poco calado que los aproximasen a la orilla. La constante descarga de material aluvional procedente del río Matanza impedía la apertura de un canal profundo para facilitar la tarea.
Durante la mayor parte del siglo XIX, el fondeadero natural de las Balizas Interiores ejerció como principal destino para el tránsito portuario. En 1872 se simplificó el trabajo de desembarco con la construcción de un largo muelle —llamado de las Catalinas por ubicarse frente a la iglesia y convento de Santa Catalina de Siena—, que penetraba varios cientos de metros en el río para facilitar el arribo de las embarcaciones más pequeñas. Serviría durante dos décadas, hasta que el plan del ingeniero Eduardo Madero para la refacción del puerto reestructurasen completamente su aspecto y funcionamiento.
En 1868 la Ley Nº 280 del Congreso de la Nación Argentina había ordenado la realización de estudios técnicos para determinar el punto más apto para la erección de un puerto moderno. La proximidad a la ciudad era deseable, sobre todo para mantener el control fiscal de la mercadería de importación y exportación. En 1871 el Poder Ejecutivo Nacional comenzó a negociar con las autoridades bonaerenses el traspaso de las tierras fiscales necesarias, puesto que estas pertenecían al gobierno provincial; el acuerdo sellado a fines de 1871 disponía que el gobierno federal estaría a cargo de la dirección de las obras, aunque las disputas jurisdiccionales continuaron. No sería hasta la federalización de Buenos Aires que se resolvería el diferendo, pasando todo el territorio de la ciudad a manos federales. Con la resolución del conflicto el gobierno de la Nación dispuso la realización de los estudios necesarios, autorizó los empréstitos y contrató ingenieros para llevar adelante el proyecto.
Entre 1884 y 1897 las obras, definidas finalmente por la Ley Nº 1.257 de octubre de 1822, se llevaron a cabo bajo la dirección de Eduardo Madero. La primera dársena fue finalizada en 1888, e inaugurada el 28 de enero de 1889 por el entonces vicepresidente Carlos Pellegrini, que afirmó en esa ocasión
Creo, en verdad, que de todas las obras públicas que puede haber realizado o realizará el esfuerzo nacional, ninguna más grande y más trascendente que ésta, pues importa no sólo un progreso más, sino que da a este emporio comercial el sello que le faltaba, extiende su benéfica influencia a toda la República y alcanza con sus favores hasta las repúblicas vecinas
C. Pellegrini, Discursos y Escritos, p. 51 (Buenos Aires: Martín García, 1910)
En 1908 el puerto no bastaba para satisfacer el creciente tráfico marítimo, y se autorizó la ampliación del puerto; las obras permitieron desplazar diariamente unas 30.000 toneladas de cereales, la principal exportación de Argentina en el llamado modelo agroexportador, pero la necesidad de realizar obras complementarias para permitir un desarrollo ordenado se hacía patente. En 1911, siguiendo el proyecto de Luis A. Huergo y dirigidas por Richard Souldby Oldham, de Walker & Co., comenzaron las obras del Puerto Nuevo, que insumirían 15 años. Éste sumaría cinco dársenas más, y luego una sexta, a la infraestructura existente; a fines de la década del '20, era el puerto de Buenos Aires el mayor de América Latina y de todo el hemisferio austral.